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																															Quise buscar en la vida 
																															el diamante de la dicha, 
																															olvidando que escondida, 
																															en la concha de mi alma 
																															hay una perla divina. 
																															 
																															Quise de todas las flores 
																															escoger la más hermosa, 
																															y de más suaves olores, 
																															olvidando que guardada 
																															llevo la flor perfumada 
																															de más dedicado aroma, 
																															por la cual el mundo vino 
																															el Señor de los señores. 
																															 
																															Un palacio ambicioné 
																															Donde feliz disfrutar 
																															Lo gloria con que soñé. 
																															 
																															Un amor me cautivó 
																															Forjando en mi una esperanza 
																															y un desengaño me dio. 
																															Mi palacio se quemó 
																															en la llama del fracaso 
																															y mi amor triste murió 
																															como la luz de un ocaso. 
																															 
																															Insensata, tras la dicha 
																															corrí de ilusión llena, 
																															buscando fuera de mi 
																															la verdad de mi quimera, 
																															sin saber que hondo muy hondo 
																															en el alma todo estaba. 
																															El amor que ambicionaba. 
																															El palacio que soñaba. 
																															Y el amigo, que en la lucha 
																															me brindaba, paz y calma. 
																															 
																															No salgas fuera de ti, 
																															a buscar felicidad, corazón 
																															dentro de tu realidad 
																															se esconde la dulce paz 
																															que el mundo no sabe dar. 
																															 
																															M.J. (Mi madre) 30/12/46 
																															  
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