Hermana querida Eva, así te llamo, por lo especial que
eres para mi, desde que te conozco. Vaya para ti,
mi reconocimiento y gratitud a través de éste escrito,
que te dedico. Con mucho cariño. Duquesa.
Mil gracias por tu amistad.
Gracias, por todos los momentos, que hemos
compartido, llenos de sentimientos y pensamientos,
sueños y anhelos, secretos, risas y lágrimas,
y sobre todo una amistad que ha ido creciendo
en la distancia. Que es lo más preciado.
Gracias, por dedicarme tu tiempo a enseñarme
lo que siempre soñé. Y que ahora puedo plasmarte
en ésta página diseñada para ti.
Gracias, por demostrarme tu preocupación por mi.
Por escuchar mis problemas y ayudarme a
buscar solución, y sobre todo tiempo para sonreir
y mostrarme tu afecto.
Gracias, por ser lo que eres una persona
maravillosa de un gran corazón.
Cuenta conmigo, hermana, siempre me
tendrás para ti. Conocerte ha sido un
gran regalo de Dios.
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